El dado rojo del Monopoly se utiliza para determinar el turno de los jugadores. Al principio del juego, cada jugador lanza el dado rojo para determinar quién empieza a jugar. El jugador que saque el número más alto es el primero en mover su ficha por el tablero. A continuación, los jugadores van turnándose en el orden en que salieron sus números en el dado rojo. Si dos o más jugadores sacan el mismo número en el dado rojo, vuelven a lanzar el dado hasta que se desempate.